Vamos a tratar de regular el transito intestinal de forma natural. Hinchazón abdominal, digestiones pesadas, estreñimiento, diarrea…. veamos cómo podemos regular nuestro intestino.
Ir de forma habitual al baño se puede convertir en un suplicio para muchas personas.
Lo “normal” es defecar una vez al día como mínimo.
Es muy importante que la sensación después de evacuar sea buena.
El estreñimiento no es una enfermedad, es un síntoma que puede tener una o varias causas.
Las causas del estreñimiento pueden ser las siguientes:
Dieta con insuficiente fibra o agua.
Sistema digestivo débil.
Falta de estímulo biliar.
Tener el hígado intoxicado.
Debilidad, atonía, espasmos y deformidades intestinales.
Estancamiento de los intestinos por sedentarismo, frío o emociones.
Síndrome de calor general que afecta a los intestinos y seca las heces.
Fallo en las funciones mecánicas, y secreciones enzimáticas.
Intolerancia a algunos alimentos.
Toma de fármacos como analgésicos, antidepresivos..
Si regulas tu intestino podrás regular el peso corporal de forma más fácil.
Tu hígado también se verá desintoxicado, mejorando todas sus funciones.
Recomendaciones:
Es importante elegir cada día la misma hora para ir al baño, después del desayuno o de la comida.
Adoptar una postura adecuada, inclina hacia delante tu cuerpo y sube las piernas, mejor sobre un reposapiés.
Relajarse y respirar bien para abrir los esfínteres.
Hacer ejercicios abdominales y respiratorios. Inspira y llena tus pulmones de aire y expira con fuerza para que el diafragma empuje.
Aumenta la cantidad de fibra en la dieta comiendo alimentos integrales, verduras, frutas y semillas de lino, salvado de avena, salvado de trigo, semillas de zaragatona, ciruelas pasas remojadas, espinacas, pan de trigo germinado y algas agar- agar.
Tomar en ayunas una cucharadita de aceite de oliva con una cucharada de zumo de limón.
Masaje abdominal haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj.
Lavativas, duchas rectales y microenemas.
En ocasiones puntuales recurrir a hierbas purgantes como cáscara sagrada, frángula, sen o aloe ferox.
Semillas de lino remojadas en agua y 2 ciruelas pasas durante toda la noche.
También podemos aplicar remedios culinarios:
Es recomendable ir variando el tipo de estímulo para que el organismo no se acostumbre y haga más efecto:
Vaso de agua caliente con zumo de limón y aceite de oliva en ayunas.
Jugo de rábano negro y alcachofa.
Infusión de café sin azúcar en ayunas, solo dos días a la semana.
Un vaso de zumo de naranja y dos kivwis en ayunas.
Hierbas hepático-biliares en extracto o en comprimidos de alcachofera, diente de león o desmodium antes de las tres comidas principales.
Para que nuestro intestino se relaje y realice las contracciones necesarias para poder evacuar, es muy importante el diafragma.
En el momento de defecar, inspirar llenando los pulmones y luego espirar con ganas, soplando si hace falta. Se trata de que el diafragma empuje las heces de una manera natural a la vez que se abren los esfínteres, es realmente eficaz.
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