Cuando hace unos años diagnosticaron a mi hija Marta de fibromialgia juvenil severa y fatiga crónica el mundo se paro en ese momento. Desconocíamos el tratamiento de ambas enfermedades y para colmo el propio médico no sabía qué hacer.
Marta tenía entonces 11 años, estábamos desde los 3 años visitando diversos especialistas para saber porqué a nuestra hija le dolían tanto los pies, la espalda, cuello, manos, estaba perdiendo la memoria, apenas se movía de la cama, no podía ir al colegio ni jugar.
El diagnostico fue demoledor, Marta no se morira de esto pero su vida será muy dura, no podrá estudiar, trabajar….
No voy a mentir que lloré y mucho durante unos días.
Pero mi forma de ser no es de lamentarme y dejar pasar el tiempo, soy una persona luchadora, inquieta y muy curiosa.
Por ese motivo deje de lado la pena que podía sentir y centre mis energías en buscar respuesta a porqué Marta tenía esas enfermedades y cómo podíamos tratarlas y mejorarlas.
No hace falta que diga que gracias a investigar y poner en practica todo lo aprendido conseguimos recuperar la salud de nuestra hija y darle la oportunidad de ser feliz y realizar sus sueños.
Cómo afrontamos una enfermedad es clave para poder superarla
Nuestra salud depende del buen entendimiento entre nuestro cuerpo y nuestra mente.
Si el diálogo entre ambos es correcto, está en armonía y no hay discusiones, es cuando podemos decir que tenemos salud.
Pero si nuestro cuerpo y nuestra mente van por caminos distintos es cuando el organismo se expresa con dolor y enfermedad.
Cuerpo, mente, espíritu
Nuestro cuerpo es el fruto de lo que comemos, si pero hay más cosas, también es el resultado de lo que pensamos y sobre todo la calidad de nuestros pensamientos.
Más del 80% de las enfermedades son psicosomáticas, por este motivo resulta más que obvio pensar que nuestros pensamientos y emociones influyen en nuestra salud. esto no quiere decir que la persona se invente la enfermedad, NO, quiere decir que gran parte de nuestra curación se encuentra en nuestra mente, en las ganas que tengamos de curarnos. En dejarnos ayudar por médicos, familia, amigos y por nosotros mismos, nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo.
Una persona estresada, con problemas económicos, profesionales, personales, tiene las defensas naturales del organismo en un punto muy bajo y la enfermedad se aprovecha de ello.
Debemos ser conscientes de que la enfermedad no es un enemigo a combatir, es una señal del organismo, de que algo no va bien.
Las personas enfermas conceden una gran atención a su enfermedad, piensan constantemente en ella y por ese motivo la refuerzan, invierten toda su energía en ella. Sin darse cuenta la va alimentando y reforzando.
Si realmente quieres superar la enfermedad debes dejar de alimentarla y evitar enviarle toda tu concentración y energía
Ya sé que es muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo, pero debemos intentarlo. No estés siempre pensando en ella, hablando de ella, de este modo sólo le mandas tus energías y la refuerzas.
Asume la responsabilidad de sanarte
La verdadera medicina está en nuestro propio cuerpo, es él el que cura y sólo nosotros tenemos la fuerza interior para poder sanarnos. Se trata de superar la enfermedad, restablecer la correcta y armónica circulación de la energía.
Normalmente una enfermedad nos hace reaccionar y revisar nuestros hábitos. El síntoma nunca es el problema, el síntoma nos informa de que algo está fallando, nos llama la atención sobre ello.
Nos indica que hay un desequilibrio, que no estamos manteniendo nuestra conciencia o pensamientos en buen estado y al final acabará siendo una enfermedad.
Una mala alimentación, demasiado estrés, la enfermedad de un familiar, problemas en el trabajo, todo ello va minando nuestro ánimo y dejando entrar la enfermedad.
Planta cara y empieza cambiando tu vida
Por la mañana al despertar da gracias al universo por todo lo que tienes, por un nuevo día, predispón a tu mente, piensa “Hoy es un gran día, todo saldrá bien”.
Saca partido a todo, lo bueno y lo malo, los momentos malos de la vida son realmente lecciones que debemos aprender y superar.
Nuestro interior es como un jardín que ha de ser cultivado tanto si es cultivado como si es abandonado, dará sus frutos.
Cuida tu mente y podrás superar la enfermedad. Tus pensamientos crean tu vida, deben ser positivos para disfrutar de ella.
Por supuesto cambia tus hábitos, come mejor, haz ejercicio, lee, disfruta de la vida solo o con tu familia, amigos y no dejes que tu mente mande sobre ti.
Déjate guiar por personas que han pasado por tu mismo estado y han conseguido superar el momento, ellos son un buen camino a seguir, no cierres puertas a nuevas teorías y nuevos avances.
La nutrición es una ciencia nueva y en constante evolución, es la gran revolución del siglo XXI.
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