¿Eres de esas personas que los lunes no pueden levantarse de la cama? No estamos hablando de problemas en el trabajo, falta de ganas por empezar una semana nueva y tal vez aburrida o muy estresante, hablamos de que nuestro cuerpo se siente cansado, agotado y con el cerebro dormido.
Hay muchas personas que los lunes se sienten así, no dan pie con bola, sienten que su cerebro no funciona hasta, con un poco de suerte, después del segundo café bien cargado, ¿quieres entender por qué?
¿Cambias de hábitos el fin de semana?
Muchas personas el fin de semana cambian sus hábitos, comen más y sobre todo comidas más copiosas o incluso comida basura, beben más, descansan menos, se suelen acostar más tarde, levantar más tarde.
Nuestro cerebro está acostumbrado a unas normas y rutinas, cuando las cambiamos a veces podemos trastornarlo, a veces para bien y otras para mal.
Si nuestra dieta es rica en carnes, grasa, alcohol, azúcar nuestro cerebro se resiente. Nuestros órganos de limpieza se saturan y no pueden hacer su trabajo, generando residuos que nos intoxican.
Presta atención a las señales del cuerpo
Después de un fin de semana con una comida familiar, Navidades, boda o cualquier acontecimiento social que se celebra con cantidades de comida y bebida te sueles sentir:
- Más agresivo
- Tu cerebro no responde
- Te sientes cansado
- Te sientes hinchado
- Mala digestión
Cómo podemos evitar que nos pase esto
Si has decidido que esto no puede volver a pasar debes aprender a prestar atención a las señales que te manda tu cuerpo.
Francis Bacon escribió: Hay en el cuerpo una sabiduría que supera las reglas de la medicina, las propias observaciones del hombre/ mujer, lo que siente que le va bien y lo que siente que le hace daño, es la mejor medicina para conservar la salud.
En mi consulta suelo enseñar a mis pacientes a entender y observar a su cuerpo, les suele costar unas semanas, pero en posteriores consultas ya son capaces de discernir los alimentos que le intoxican y enferman y los que le ayudan mejorar.
Por desgracia la mayoría del tiempo nuestra mente y nuestro cuerpo no hablan el mismo idioma. Nuestros sentidos están dirigidos hacia fuera y ningún nervio sensorial está comunicado con los órganos de nuestro cuerpo y nuestra salud depende de ellos. Las sensaciones corporales que recibimos no sabemos interpretarlas, por eso cuando sentimos dolor lo tapamos con analgésicos, si sentimos cansancio solemos tomar azúcar, si no podemos dormir tomamos fármacos que nos inducen al sueño, si sentimos depresión o nostalgia tomamos antidepresivos y así con cualquier síntoma de alarma que nos llega.
Por desgracia no hacemos caso de las señales del cuerpo y acabamos enfermos
El problema es cuando de repente un día y otro y otro día nos sentimos cansados, no es que no podamos sentirnos cansados, el problema llega cuando tenemos la impresión de que no es normal sentirse tan cansado. Cuando llega ese momento debemos investigar la razón de ese cansancio y sobre todo entender qué nos está gritando el cuerpo con sus dolores, infecciones, contracturas, confusión mental.
Debemos escuchar a nuestro guía interior
En nuestra búsqueda de la curación a través de la comida, solo cada persona puede saber si realmente ese alimento la hace sentirse mejor o peor. Escuchar el guía interior significa hacer caso de las señales del cuerpo.
Si quieres evitar la resaca de los lunes aprende a comer de forma saludable, ALIMENTACIÓN CONSCIENTE, disfrutando de las comidas y fiestas, pero intentando dar a tu organismo realmente los alimentos que le sientan bien, no todo es bueno porque tiene buen sabor.
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Ejemplo de resaca de fin de semana
Durante la semana laboral, de lunes a viernes para muchas personas, Pedro sigue unas normas dietéticas, intenta no abusar del alcohol, consume mucha fruta, pescado, verduras.
Pero cuando llega el fin de semana Pedro pierde los papeles. El sábado y domingo se reúne con sus amigos y durante 3 horas desayunan de forma copiosa, carne grasa, alcohol, café, encurtidos, no escatiman nada. Después por la noche cena otra vez con amigos, cenando mucho más de lo acostumbrado, regado con vino y finalmente licores. Se acuesta tarde, duerme mal a consecuencia de la digestión.
El domingo se levanta más tarde, repite almuerzo con amigos, después comida familiar.
El lunes Pedro se siente cansado, aletargado, de mal humor, en el trabajo no acaba de funcionar hasta bien entrada la mañana.
¿Vale la pena someter a tu cuerpo a tanto estrés, cambios de dieta para sentirte tan mal? Posiblemente Pedro no acaba de ser consciente de su mal humor, cansancio y su irritabilidad, pero los que le rodean sí.
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